Máfil, la comuna abrazada por dos ríos

[#HistoriasDiarioSur] Con un pasado de extracción minera con el oro en el siglo XVI y el carbón en el siglo XX, su asentamiento se afianzó con la llegada del ferrocarril. Hoy cumple 57 años como comuna.

“Abrazado entre ríos” o “abrazado por los ríos” ese sería el significado de la palabra Máfil en mapudungún, ciudad que hoy celebra 57 años desde su creación oficial como comuna de la provincia de Valdivia. Los ríos Iñaque y Máfil son los que “abrazan” a esta comuna los cuales forman el río Pichoy o ensenada de agua dulce.

El desarrollo de las actividades ganadera y agrícola y la llegada del ferrocarril le dieron una identidad a este pueblo vecino de la capital regional y cuyas actividades están visiblemente plasmadas en su escudo.

A la hora de revisar los archivos históricos, a fines de 1551 el conquistador Pedro de Valdivia y sus huestes llegan a un poblado huilliche que ellos denominaban Maco que, se cree, era la antigua denominación de Máfil. Los conquistadores comprobaron que los huilliches eran agricultores y vivían pacíficamente, muy cerca del Valle de Mariquina, la principal zona de influencia del cacique Leochengo. 

Con los años la riqueza de sus suelos y la presencia de minas de oro y carbón atrajeron la atención de colonos españoles, quienes comenzaron a asentarse en Máfil desde el siglo XVI en dicho lugar que fue denominado Pidey.

EL FERROCARRIL

En 1903 llegó el ferrocarril a la zona. La estación poseía un desvío hacia las minas de carbón de la zona, que para 1935 eran parte de la “Sociedad Carbonífera de Máfil”.

Curiosamente la estación de Máfil y sus bodegas se inauguró en 1930, pero se cree que ya existía en la década de 1920. La estación de pasajeros es una estructura de hormigón en planta en L de 383 m2. Posteriormente fue reconstruida en 1990 en el estilo arquitectónico original de la estación, y luego fue nuevamente restaurada en el año 2005.

CASA DE LA CULTURA

Uno de los lugares de interés de la comuna es la Casa de la Cultura de Máfil que fue construida en 1928 por Hans Fehlandt, descendiente de los primeros colonos alemanes que llegaron a la zona de Valdivia a mediados del siglo XIX.

Esta casa fue construida de madera con las técnicas arquitectónicas traídas por los alemanes a Chile y en sus inicios fue utilizada como casa habitación por la familia Fehlandt. Posteriormente la casa se transformó en una reconocida pulpería para los trabajadores del fundo y almacén para los vecinos de la localidad.

En la década del ochenta la casa fue traspasada a la municipalidad y convertida en Casa de la Cultura.

El 15 de enero de 2015 la casa fue declarada Monumento Nacional en la categoría de Monumento Histórico.

EL CARBÓN

El oro no fue sólo el mineral que le dio prestigió al lugar, también fue el carbón. Según documentos de la época del Consejo de Monumentos Nacionales el tipo de carbón que había en Máfil era similar al de Magallanes.

 En 1954 la CORFO aprobó la iniciación de la obra de la Planta de Pupunahue, habiendo el año anterior celebrado un contrato de abastecimiento de carbón con la Compañía Carbonífera Los Copihues de Pupunahue, que además implicaba ayuda financiero para la modernización y mecanización de la mina.

Luego de la puesta en marcha de la iniciativa, que atrajo una gran migración a la zona para su construcción y explotación, el proyecto se paralizó en 1959 y hasta 1969 se intentaron algunas acciones de rescate, hasta que finalmente la planta fue rematada. Entre 1970 y 2001 continuaron explotando la mina otras compañías privadas.

LA COMUNA

Máfil ya bullía en vida social y en especial con la creación de escuelas. En 1936 se fundó el Colegio Santo Cura de Ars que era administrado por religiosos católicos y posteriormente en 1950 nace el Liceo Gabriela Mistral.

El 5 de julio de 1959 se funda el Cuerpo de Bomberos de Máfil que actualmente posee dos compañías.

Fue el 17 de julio de 1964 Máfil fue constituida como comuna por la Ley 15.610, durante los últimos meses de la presidencia de Jorge Alessandri.

En los últimos años han surgido proyectos habitacionales en torno a esta comuna, por lo que algunos auguran que se está transformando en una “ciudad dormitorio” para quienes trabajan en empresas asentadas en Valdivia o comunas vecinas.