“La espectroscopia de infrarrojo cercano (conocida como NIRS por sus siglas en inglés) es un método que utiliza el infrarrojo cercano del espectro electromagnético (entre los 700 y los 2500 nanómetros) y ha sido utilizado para caracterizar alimentos, conocer su composición química y agregar valor a diferentes productos de la zona sur”, explica la investigadora del Área Nacional de Alimentos del Futuro del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), Iris Lobos.
Ingeniero en alimentos y Dra. en Alimentación y Medioambiente, Aspectos Sanitarios y Analíticos, ha trabajado desde 2015 en el rescate y valorización de materias primas nacionales de origen vegetal y animal para diferenciarlos y agregar valor mediante la obtención de los Sellos de Origen. Algunos de sus estudios han permitido caracterizar la carne de Cordero Chilote, el primero en obtener un Sello de Origen en Chile. También están siguiendo esos pasos con productos como la morchella, la miel, la rosa mosqueta y la carne del cordero del Territorio Patagonia Verde, a los que se suman los trabajos del Dr. Rodrigo Morales, investigador del mismo centro, quien ha liderado la caracterización de las leches y carnes del sur de Chile producidas en base a praderas.
La Dra. Lobos ha estudiado durante los últimos 10 años cómo influyen las prácticas de manejo en la calidad nutricional de las diversas matrices agroalimentarias presentes en el sur de Chile, mediante el uso de técnicas analíticas no destructivas como la espectroscopia de infrarrojo cercano (NIRS), buscando agregar valor a la producción nacional, mejorando el tiempo de respuesta de los análisis.
Sobre esta tecnología explica que el NIRS “permite el análisis de la composición química (humedad, grasa, proteína, fibra, entre otros) en distintas matrices alimentarias como granos, semillas, forrajes, carne, leche, frutos y otros”.
“El principio radica en medir la luz dispersa a través de una muestra, obteniendo así un espectro de reflectancia NIRS, se pueden determinar rápidamente las propiedades fisicoquímicas de una matriz sin alterar la muestra. Desde hace muchas décadas es utilizada como apoyo en la industria de refinado, petroquímica, química, material y farmacéutica”, puntualiza.
Agrega que “la espectroscopía NIRS presenta un enorme potencial para la caracterización de una gran variedad de productos de forma instantánea. La base de la tecnología reside en la creación de un modelo matemático que relacione los valores espectrales (datos de absorbancia en el infrarrojo cercano NIRS) con los parámetros cuantitativos y cualitativos de interés. Una vez desarrollado este modelo, se pueden realizar estimaciones de estos parámetros a partir de su espectro NIRS”.
La gran ventaja radica en que los análisis químicos tradicionales son demasiado lentos y utilizan una gran cantidad de reactivos es por ello, que para controlar adecuadamente los procesos productivos es necesario contar con información adecuada en el momento preciso.
El laboratorio de espectroscopia de INIA Remehue lleva 10 años apoyando proyectos de investigación, programas de mejoramiento genético, otros laboratorios de INIA y a terceros generando modelos predictivos que están validados para determinar la composición nutritiva de: raps, leche, carne ovina y bovina, quesos, avena, harina y trigo.
Con el objetivo de transformar al laboratorio de INIA en un referente, la Dra. Lobos ha realizado diversas capacitaciones y pasantías en la empresa Bruker Optik GMHB, Ettlingen, en Alemania, además de pasantías en la Universidad Miguel Hernández de Alicante, en España y en el Colegio de postgraduados de México, Además, de publicaciones científicas, divulgativas y participación en congresos nacionales e internacionales.
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