Día de furia del alcalde de Paillaco: “Llevo un año y medio y no he cortado ni una p… cinta”

Miguel Ángel Carrasco gritonea en vivo a un funcionario y le exige la renuncia si no cumple con sus órdenes.

Un tenso momento se vivió este miércoles 11 de enero en la sesión del Concejo Municipal de Paillaco, el que se transmite vía zoom a través de las redes sociales del municipio.

En el registro se ve a un ofuscado alcalde Miguel Angel Carrasco que exige a un funcionario cumplir una orden o renunciar a su cargo, todo ante la mirada del concejo en pleno y la ilimitada audiencia que puede presenciar la transmisión.

Lo que precede al enojo del alcalde, es una situación que plantea el concejal Rodrigo Handschuh, respecto al retraso en una licitación relacionada con personal de aseo y ornato y la urgencia de solucionar ese tema.

Carrasco hace las consultas respectivas a la administradora municipal, Vanessa Maldonado, y también al secretario de planificación (Secplan), Cristian Sáez, ambos presentes en la reunión.

Fue en ese instante en que el discurso comienza a subir de tono.

La administradora indica que la licitación se subirá la próxima semana, momento en el que el jefe comunal plantea que eso no es posible. Carrasco exige que al día siguiente se debería trabajar todo el día para sacar adelante esa tarea que, a estas alturas y dado el retraso, tiene carácter de urgente. 

“Mañana se concentran solo en las bases, nada más (...) todos en la mañana haciendo solo eso", dice visiblemente enojado el jefe comunal.

Y añade: "Si esto no es una cirugía neurológica, esto es una base donde hay que cambiar unos números (...) Si hay un decreto, hagan un decreto, si son los mismos decretos, se les cambia el puro número… ¿Me cachan la onda?”.

La furia del alcalde

La situación parece calmarse, pero la respuesta del director de Secplan desata la furia del alcalde.

“Lamento señalarle alcalde que aquí lo que necesitamos primero son los decretos donde se rechazan o salen desiertos estos procesos licitatorios, mientras no se carguen no podemos cargar la licitación de nuevo, así que yo creo que se va a demorar…”

“¡Excusas!”, interrumpe Carrasco.

"Si falta un decreto se quedarán hasta la hora del cuete, pero lo terminan poh… Osea, por favor, Cristián, tú eres mi hombre de confianza, eres mi Secplan. No me puedes salir con esas cosas”, señaló a viva voz.

La tensión continúa y el alcalde insiste: “Si te estamos dando el concejo municipal una orden directa se quedarán hasta las tantas, si no entreguen el cargo y váyanse pa’ su casa. Yo me consigo otro grado 7 poh”.

Segundos después la autoridad comunal pierde la paciencia y grita: “Llevo un año y medio y no he cortado ni una p… cinta, de un p… proyecto y aquí estamos pidiendo que por favor saquen los decretos (...) Si no pueden hacer eso, no están a la altura del cargo no más poh…Quiero esto solucionado mañana y es una orden (...)”.

“Hoy se hace el decreto, mañana se sube y si no me presentan la renuncia el día viernes, se acaba. Estoy aburrido... Me solucionan el problema o se van”, cierra Carrasco, ante la mirada inquieta de los asistentes.

Finalmente, el concejal Handschuh interrumpe y menciona al alcalde que no es necesario el gritoneo con los funcionarios.

Revisa el tenso momento:

Miguel Ángel Carrasco responde

Consultado por Diario Paillaco, Miguel Ángel Carrasco señala que el contexto de esta situación se da en el marco de una reunión “intensa”, que duró varias horas y que se debe a que la ciudadanía exige mucho de quienes ocupan cargos públicos.

“Cuando uno es alcalde la ciudadanía le exige que haga las cosas rápido, que haga las cosas ahora. La ciudadanía no entiende de trámites, no entiende de decretos, por lo tanto, eso explica el tono con que me dirijo a mis funcionarios de confianza", plantea. 

Carrasco añade que la situación se produjo con funcionarios que tienen su confianza política y manifiesta que mantiene dicha confianza en sus funcionarios, más allá de la situación vivida en el concejo.

Respecto al decreto, desde el municipio señalan que se subirá durante el día y nadie perdió su trabajo.