Senador Alfonso De Urresti y gratuidad: “No se puede perjudicar a universidades que han probado su vocación pública y social”

Parlamentario subrayó que se debe acabar con cierta mirada centralista que impide ver el aporte que hacen las universidades regionales a la equidad territorial

"La necesidad de reconocer dentro de las políticas públicas de educación superior el aporte que realizan las universidades regionales en el desarrollo del país", manifestó el senador Alfonso De Urresti.

El parlamentario de la región de Los Ríos, manifestó que "se requiere este reconocimiento e inscribir el debate sobre nuestro sistema universitario en un verdadero diseño de política pública, sino seguiremos supeditados año a año, a discutir el tema del financiamiento de nuestras casas de estudio, durante la tramitación de la Ley de Presupuestos; hecho que además nos deja entregados a un Tribunal Constitucional que en este tipo de cosas, como en otros aspectos de relevancia nacional, actúa como un tercera cámara y bajo criterios ideológicos más que tomando decisiones en derecho”.

De Urresti subrayó que se debe acabar con cierta mirada centralista que impide ver el aporte que hacen las universidades regionales a la equidad territorial. “El último informe de la OCDE es lapidario. Nuestro país se mantiene como el país con mayor desigualdad y con mayor razón es necesario que se fortalezcan estas instituciones de educación superior que contribuyen a disminuir esta brecha dentro del contexto nacional y contribuyendo a la necesaria descentralización que tanto necesita Chile", reflexionó el senador por Los Ríos.

El legislador expresó que valoraba profundamente el aporte de las universidades del Estado, pero puntualizó que en el país también hay universidades que sin pertenecer al Estado han llevado adelante su desarrollo institucional desde una perspectiva pública, por décadas.

“Universidades regionales como la Austral, de Concepción, Federico Santa María, surgieron desde la comunidad con la finalidad de contribuir al Estado en su misión y función educacional en zonas donde no existía educación superior, entendiendo la educación como un bien social y no un bien de consumo. No podemos llevar adelante una reforma que, dadas las presiones de los sectores conservadores, siga entregando recursos a universidades que continúan lucrando y por otro lado, perjudique a centros de estudio que han probado su vocación pública y su contribución al desarrollo social", señaló el senador socialista.