“En el sur de Chile, la pradera es el principal componente de la dieta de sistemas de producción animal ya sea de bovinos de leche, de carne y ovinos, por ende, es fundamental que su manejo permita aumentar su productividad, calidad nutritiva y persistencia en el tiempo”, explicó Ignacio Beltrán, investigador de INIA Remehue, en una reciente charla virtual realizada en el marco del Programa de “Transferencia tecnológica para el eslabón productivo de la cadena ovina, láctea y hortofrutícola”, perteneciente a la Política Regional de Desarrollo Silvoagropecuario del Gobierno Regional de Los Ríos.
El experto del INIA agregó que “la frecuencia o intervalo entre pastoreos e intensidad del pastoreo son las dos principales herramientas para optimizar el manejo del pastoreo. En este sentido, durante la primavera se debería entregar una disponibilidad pre-pastoreo de 2200-2600 kilos de materia seca por hectárea (kg MS/ha) con 15 a 20 centímetros de altura, dejando un residuo de 1400-1600 kilos de materia seca por hectárea equivalente a entre 4 y 7 centímetros de altura”.
Sin embargo, el profesional advirtió que en la actualidad, debido a la necesidad de mejorar la sustentabilidad de los sistemas productivos, también debemos considerar otros aspectos como un buen manejo de pastoreo que permita aumentar la eficiencia en el uso del nitrógeno en sistemas de producción animal a pastoreo en el sur de Chile.
“La eficiencia del uso de nitrógeno es la proporción del nitrógeno que el animal consume, que es retenido en un producto, ya sea leche o carne. Mientras menor sea la cantidad de nitrógeno que queda en la leche o la carne, mayor es la cantidad de nitrógeno que se excreta al medioambiente y con eso, obviamente, una mayor contaminación ambiental, a través de amoniaco y óxido nitroso”, puntualizó.
El investigador sostuvo que en el INIA se han evaluado distintas opciones para mejorar este aspecto y dio a conocer sus recomendaciones.
“En resumen, las prácticas de manejo del pastoreo son: entregar la pradera en la tarde, ya que mejora la relación carbohidratos-proteína; evitar el uso de praderas en estados fenológicos muy tiernos, ya que tienen mayor contenido de proteína y menor de carbohidratos, por lo tanto, reduciría la eficiencia del uso del nitrógeno. También, el uso de suplementación. Aquí es importante que el suplemento tiene que tener el potencial de diluir el consumo de nitrógeno y a su vez aumentar el de carbohidratos”.
Añadió que además es importante “el uso de especies ricas en taninos condensados, ya que el reducir la degradación de la proteína en el rumen, genera una menor excreción de nitrógenos, a través de la orina. Y también se viene planteando el uso de praderas diversas, donde mezclemos especies que sean capaces de adaptarse a las condiciones cambiantes del clima y que puedan adaptarse a toda la estación de pastoreo. De esta forma tendríamos un pasto de buena calidad, tanto en la primavera como en el verano”.
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