Cómo contrarrestar los efectos negativos que tendrá el alza de la electricidad sobre la inflación, la inversión y el empleo, es el tema que llevó a un profesor de la Universidad Austral de Chile a proponer una serie de acciones para enfrentar un eventual panorama de ese tipo
Fernando de la Costa, académico del Instituto de Administración de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas, anticipa que la inflación se puede incrementar en 2025 y echar por tierra el 3% proyectado como óptimo por el Banco Central.
Este aumento podría instalarse “al menos hasta la primera mitad de 2026 debido al impacto del alza de las tarifas eléctricas”, sostiene.
A juicio del especialista, se espera que el alza de las tarifas eléctricas, que podría llegar al 50-60% del precio que tenía en junio de este año, pueda generar caídas del -0,3 al -0,4% en el Producto Interno Bruto Nacional, y aproximadamente un 1% en el consumo domiciliario y la inversión.
A nivel empresarial, un aumento del 10% en el precio de la energía eléctrica se asociaría a una caída del 1,9% en la inversión y del 0,1% en el empleo en el sector industrial, de acuerdo a los últimos indicadores del Banco Central de Chile, 2024.
El gobierno ha propuesto como medida paliativa un subsidio eléctrico dirigido al 40% más vulnerable de la población. Sin embargo, de la costa advierte que “este subsidio está financiado en un 83% por los propios consumidores a través de un cargo extra en las tarifas, por lo que el alivio para las familias beneficiadas será limitado”.
“Más de 600 mil familias vulnerables son deudoras de las cuentas de electricidad al día de hoy, razón por la cual están inhabilitadas para acceder al subsidio y no recibirán apoyo para mitigar el alza tarifaria, incrementando aún más su precaria situación y poniendo presión en quienes se verán obligados a colgarse para acceder a este servicio, degradando el servicio a los demás usuarios”, señala.
Según el especialista de la UACh, se estima que las familias enfrentarán un alza del 27% aproximadamente en sus cuentas de electricidad, “generando una merma importante en su poder adquisitivo, ya que el subsidio no alcanzaría a compensar dicho aumento”.
Según de la Costa, una medida a analizar es la creación de subsidios temporales a la electricidad bajo condiciones específicas, para revertir un alza inflacionaria a partir del aumento de la tarifa eléctrica.
“(Los subsidios) pueden aliviar temporalmente la carga sobre los consumidores y las empresas, pero éstos deben ser focalizados y eficientes para que su impacto sea masivo y llegue a quienes más lo necesitan”, advierte.
A ello se suman las políticas de eficiencia energética. Aumento del monitoreo y regulación del sector eléctrico, abrirse a nuevos gravámenes sobre la electricidad por carbón que subsidie el precio de la electricidad, la incorporación de tecnologías verdes y generación eléctrica domiciliaria eco-amigable, y una eventual “política crediticia verde” que fomente instrumentos financieros a la clase media para autogeneración eco-amigable de electricidad.
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