Los alcaldes de Paillaco, Miguel Ángel Carrasco, y de Futrono, Claudio Lavado, acordaron elaborar una estrategia intercomunal con la finalidad de enfrentar la emergencia sanitaria que se podría generar tras el anuncio del cierre del vertedero de Morrompulli.
La decisión de ambos alcaldes se tomó luego que el gobernador regional, Luis Cuvertino, afirmara que el cierre del vertedero de Morrompulli, instalado en una zona de sacrificio de la comuna de Valdivia ocurriría, en el mejor de los casos, a finales de 2025, fecha a partir de la cual las comunas de Los Ríos quedarían sin un lugar donde depositar sus residuos domiciliarios.
“La semana pasada nos comunicaron que, en menos de diez meses, las comunas deberán buscar un nuevo lugar para disponer de su basura domiciliaria y eso es una situación muy complicada para Futrono, ya que involucra un costo que no estuvo considerado al momento de diseñar el presupuesto comunal”, explicó Claudio Lavado.
Para Miguel Ángel Carrasco, existe el riesgo de entrar en una situación crítica si no se actúa a tiempo. “Tenemos que renovar nuestra flota de camiones recolectores, activar una estrategia de reciclaje y obtener recursos adicionales para habilitar una nueva zona donde destinar nuestros residuos comunales”, señaló.
Ambas autoridades acordaron crear un comité técnico, conformado por profesionales de ambas comunas, con el propósito de elaborar un plan de acción a corto y mediano plazo, que tendrá como objetivo coordinarse con las autoridades regionales para obtener las resoluciones ambientales y los recursos necesarios para salir de esta compleja situación.
Dentro de las acciones que se analizarán está el aprovechamiento de pozos de lastre, gestionar recursos con la Subsecretaría de Desarrollo Regional (Subdere) y el Gobierno Regional de Los Ríos y evaluar la reapertura del vertedero bicomunal de El Llolly.
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