Hay una antigua foto que ronda por la web.
En ella se ve a un joven Marcelo Capel entrevistando a un cantante español que quería presentar su música en Valdivia.
En la imagen también está la periodista valdiviana Carmen Díaz, quien con una libreta y un lápiz sigue atenta la conversación.
Corría el año 1975 y aquel encuentro se desarrollaba en la marina del hotel Villa del Río, con el Calle Calle y la costanera como marco de fondo.
Aquel cantante español era nada más y nada menos que Julio Iglesias.
Marcelo Capel recuerda ese día. “Julio estaba haciendo una gira por todo el país. No era un cantante muy conocido por aquel entonces. Se presentó en el coliseo”.
-¿Después siendo famoso en todo el mundo. Julio Iglesias volvió a Valdivia?
“Nunca más regresó. Con suerte a Santiago y Viña del Mar”.
De aquella única vez de la estrella de la canción en la Ciudad de Los Ríos sólo quedan unas pocas fotografías en blanco y negro.
Desde muy niño, en su Osorno natal, Marcelo Capel supo que quería ser un hombre de radio. Era el medio de comunicación que más alcance tenía en el país y las personas que trabajan en ese ámbito se codeaban con los artistas más importantes que llegaban a Chile.
Ser de radio era estar cerca de las autoridades, estar en la noticia y ser una vía de oportunidades para talentos artísticos y de ayuda a la gente.
Ser de radio permitía ser valorado por la comunidad.
Entonces, el niño Marcelo jugaba a ser locutor radial, pese a que sus padres le insistían en que estudiara una carrera universitaria más segura, más reconocida, más tradicional.
Cuando podía se arrancaba al programa infantil “Tío Pinocho” de la radio Sago de Osorno y aprovechaba ese escenario para recitar.
Así las cosas, no pasó mucho tiempo para que ese joven de 16 años ingresara al mundo de la radio.
En su interior había algo muy fuerte, algo que le insistía a seguir ese camino, algo que se llama vocación.
Ya estaba decidido, Marcelo Capel sería locutor radial, pese a que sus padres lo enviaron a estudiar a una universidad en Santiago.
Radio Sur luego Radio Yungay marcaron sus inicios en la locución. “Los domingos y feriados trabaja en la Radio Cooperativa y en la Radio Chilena. Reemplazaba a monstruos como Juan Carlos Gil, Miguel Davagnino, María Pilar Larraín, entre otros”, señala a Grupo DiarioSur en el living de su cómodo departamento ubicado en Isla Teja de Valdivia.
¿Cómo transcribir en unos cuantos párrafos la vida radial de una persona que toda su vida se ha dedicado a este oficio?
Capel hace énfasis en los puntos más importantes.
Un breve paso por la filial de la Radio Llanquihue en Puerto Montt fue el preámbulo de su regreso a Valdivia, ciudad de la que nunca más quiso separarse. Estamos hablando del año 1970.
Radio Sur nuevamente, Radio Pilmaiquén por 30 años, Radio Los Torreones en FM y un paso de un par de años en Radio La Frontera y Radio La Araucana en Temuco.
“Hice muy buenos programas en la Pilmaiquén, especialmente en la mañana con mucha participación de la gente. En Los Torreones hicimos un cambio de programación y logramos instalarla en un muy buen nivel. Después me fui a la Radio Baquedano donde seguí en contacto con mi público”, recuerda.
En un momento, Capel recibió un llamado del secretario general de la Universidad Austral donde le ofrecían sumarse a un proyecto en ciernes: el primer canal de televisión de Valdivia.
“Acepté, fui el primer locutor de la televisión y el primero en leer las noticias del informativo. Estuve siete años. Me creerás que hasta el día de hoy me encuentro con personas que recuerdan la frase: “La gente y su río hacen la noticia”. Ese eslogan lo decía al despedir el noticiario”, indica.
Erwin Haverbeck, quien fuera rector de la UACh, le propuso en un momento dado dar forma a una radio de la universidad. Otra vez Capel volvía a sus amores.
Formó un equipo y lo colmó del espíritu radial que siempre ha estado en él. Trabajo coordinado, con respeto, ordenado y siempre pensando en los auditores.
“Para mí es súper importante hacer un trabajo considerando la opinión de los demás. Si yo estaba equivocado, los compañeros me lo hacían saber. Éramos un solo cuerpo como equipo. Trabajamos súper bien. Ahí estuve 26 años”, comenta con un dejo de satisfacción.
Después de casi tres décadas dirigiendo la emisora universitaria, se acogió a retiro y dio un paso al costado.
-¿Le costó ese proceso?
“Diría que no. Tuve un director llamado Ernesto Merino que me dio un consejo: “El día que te vayas de la radio no la escuches más”.
-¿Cómo es eso?
“Por una razón muy simple. Si llegan nuevas personas a hacerse cargo y hacen cosas mejores que uno, yo voy a pensar que podía haberlas hecho igual o por qué nos las hice. En cambio, si lo hacen peor, entonces uno se va a dar de cabezazos contra la pared y va a estar sufriendo toda la vida”.
-No es algo fácil…
“Claro que no, porque la gente que trabaja en este medio se retira y después vuelve. Muchos acuden al sicólogo porque no pueden estar sin la radio”.
Marcelo Capel destaca que es un agradecido de la radio. “Todo lo que tengo se lo debo a la radio. La vida me ha tratado súper bien. Invertí bien lo que gané. Tengo un departamento en Valdivia y otro en Concón donde también paso parte del año”, declara.
Si bien se mantiene alejado de los medios radiales, tiene un punto de vista crítico de la realidad que se vive en esta ciudad.
“Creo que las radios debieran ser más críticas de las autoridades. En muchos casos, no se les exige lo que debiera ser, especialmente a los políticos”, dice.
-¿Cómo es reencontrarse con Valdivia después de estar afuera?
“Esta es mi ciudad y la quiero, pero la encuentro que está muy atrasada. Hay cosas que no se han hecho, hay lugares vacíos y otros donde no se avanza nada. Como es el caso de esas plazas frente a la municipalidad. No puede ser que hayan pasado tantos años y eso siga ahí afeando la ciudad. Me he encontrado con una ciudad con muchos tacos. No puede ser que no se haya ordenado el acceso y salida de la Isla Teja, por ejemplo. La gente que viene de otros lugares dice: mira con lo que me encontré en Valdivia. No vuelvo más”.
-¿De quién es la responsabilidad?
“De muchas partes. Las autoridades dicen: “esto es responsabilidad de las administraciones anteriores”. Oye, déjense de echarle la culpa a las administraciones anteriores, piensen en el día de mañana. Si alguien falló, corríjanlo”.
-¿Valdivia sigue siendo la perla del sur?
“Diría que no. Ese título hoy se lo pelean ciudades como Villarrica, Pucón, Frutillar, Puerto Varas. Recuerdo una reunión con el senador Gabriel Valdés y ya en esos años él decía que se debía cuidar a Valdivia. Veo que el turismo ya no es el mismo y esta ciudad vive de esa actividad”.
“Aquí hay muchas cosas que se dejaron de hacer. No hay actividades interesantes para los turistas. Se dejó de lado el concurso Reina de Los Ríos sea por la razón que sea, pero no se genera ninguna idea para reemplazarlo. Se olvidó de un momento para otro este concurso que era el más antiguo de Chile y que tuve el honor de presentar por 16 años”.
“Otra cosa que me llama la atención son esas letras que dicen Valdivia y que se ubican en el área verde cerca del mercado. De lejos parecen que estuvieran oxidadas. No sé si la gente se toma fotos con ellas. Allí debiera haber unas letras grandes que digan Valdivia hechas con flores blancas y rojas. Se vería mucho más natural y sería una postal donde vecinos y turistas podrían tomarse una foto de recuerdo”.
Marcelo Capel confidencia que en más de una oportunidad tuvo la opción de ocupar un cargo de representación popular. “Me contactaron para ser concejal porque gustaba la forma en que decía las cosas, pero siempre dejé en claro que no soy político".
"Tengo claro que si un conglomerado político te respalda en una candidatura, luego habría que actuar según lo que te digan y yo no estoy para eso. Yo apoyo las propuestas que encuentro que son buenas para la ciudad, sean del color que sean”, recalca.
Si bien Marcelo Capel recalca que no hay opciones de regresar a la radio, se toma el tiempo para pensar que si hubiera un proyecto bien concreto podría volver. Es que el bichito por más que se quiera olvidar no hay caso.
“Me mantengo atento a lo que sucede, pero es muy difícil, ya que la forma de hacer radio hoy en día no es fácil. Hay que financiar un espacio y el comercio de Valdivia no da para eso. Si por alguna razón hubiera un programa de conversación, de desarrollo, de propuestas positivas para la ciudad lo consideraría”, comenta.
-¿Es posible en el corto plazo?
“Creo que no, por lo que decía. El otro día fui a un local y una persona me preguntó cuándo iba a volver a la radio… por qué, le dije yo, porque lo que Ud. decía era escuchado. Hoy la radio en su preparación, en su vocabulario, en su forma de enfrentar a la autoridad es muy livianita”.
“A mí en la radio me fue muy bien. Me dio la oportunidad de pasarlo bien, supe aprovechar los momentos”.
-¿Qué lugar ocupa Valdivia en su corazón?
“Es mi ciudad. Eso nunca va a cambiar”.
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