A una solución llegó el conflicto que se originó entre la comunidad indígena de Chamul, en la comuna de Lago Ranco, y un particular que inició la construcción de un pozo profundo.
La comunidad indígena mantuvo un bloqueo al acceso hacia el terreno donde se realiza la intervención desde el sábado 14 de diciembre del 2022.
De acuerdo a lo que se indicó a través de un comunicado difundido a través de redes sociales, esta acción la realizaron “en defensa del agua”, ya que un pozo profundo pone en riesgo el abastecimiento, lo que podría “secar todas nuestras napas subterráneas”.
La situación tuvo un giro este miércoles con la firma de un acuerdo entre la comunidad de Chamul y el particular, como confirmó a Diario Lago Ranco la werkén de la comunidad indígena, Alicia Raillanca.
“Estuvimos tratando de dialogar con el particular pero no quería. Finalmente accedió y fuimos construyendo un documento que se hace dentro del derecho consuetudinario. Eso es propio de nosotros”, explicó la werkén.
Cuando se hace referencia a derecho consuetudinario, se trata de prácticas, costumbres y creencias socialmente aceptadas como normas, entendida en este caso como una costumbre jurídica, y en Chile está respaldada principalmente por el Convenio 169 de la OIT.
“Así se resolvían antiguamente los conflictos, lo hacían las Juntas de Caciques con el Estado. Nosotros tomamos el marco del derecho consuetudinario y elaboramos un pacto de acuerdo”, enfatizó Raillanca.
La firma de este compromiso se realizó en un acto solemne, que para la comunidad de Chamul significa un hito histórico. “Esto sienta precedente también para otros particulares que quisieran estar dentro de nuestro territorio”, indica la werkén.
“Entiéndase que la comunidad indígena tiene un territorio, y lo estamos cuidando, pero como la gente no sabe que existen modelos de desarrollo mapuche ellos llegan y compran a cualquier heredero y se instalan pensando que no hay regulación”, indica Raillanca.
“Con esto estamos diciendo a los hermanos mapuche que cuiden sus territorios, y también enviando un mensaje a los particulares, que cuando entren a una comunidad hay protocolos, reglas, que respeten las autoridades ancestrales, que conversen con ellos y con los dirigentes”, expresó.
“Y el mensaje principal es que no vengan a hacer ni negocio ni daño a nuestra ñuke mapu”, explica Alicia Raillanca, agregando que “llámese mapuche o no mapuche todos compartimos un espacio común donde convivimos con el ser humano y después con el resto de los seres vivos que Chao Dios nos dejó”, dijo.
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