Como ya es tradición en Valdivia, cada fin de año, la Planta Piloto de Alimentos, Ex CTL, de la Universidad Austral de Chile, comienza a envasar cada día 5.000 litros de su famosa producción, la cola de mono.
El responsable de esta producción con identidad local es el profesor Elton Morales, él es jefe de la Planta Piloto de Alimentos, quien en diciembre se encuentra enfocado en producir la mejor cola de mono de la región, en su experiencia y conocimientos está el buen sabor de esta bebida alcohólica, que se ha transformado en un infaltable en las celebraciones de navidad y año nuevo y se fabrica en la UACh desde 1981.
El jefe de planta cuenta que, antes del 2015, la producción de cola de mono era de menos de 30 mil litros. Con la pandemia aumentó el consumo, alcanzando los 47 mil litros, pero este año la proyección es cercana a los 35 mil litros.
El cola de mono de la universidad se distribuye en la región de Los Ríos y La Araucanía, y está preparada con leche natural, la cual proviene de la Estación Experimental Agropecuaria Austral (EEAA) de la UACh, ubicada en el ex Fundo Santa Rosa en Cabo Blanco en Valdivia, sitio que es un laboratorio natural usado para docencia e investigación.
La leche, tal como explica Elton Morales, es lo fundamental en esta bebida alcohólica, ya que está pasteurizada de la manera convencional, lo que no afecta su composición, entregando un sabor fresco único. Por eso cuando intentan hacer cola de mono con leche de caja no logran el mismo sabor ni calidad, comenta el maestro de la receta UACh.
Para mantener por años el mismo gusto y calidad del producto, en la planta explican que el control de calidad es muy riguroso, así los contenidos de alcohol (6.5° G.L.), contenido graso (3%) así como el contenido de azúcares y cafeína son monitoreados por el Laboratorio de Instrumentación del ICYTAL.
Pero a este trago, además de leche, se le agrega la medida precisa de aguardiente de uva envejecida, que también es preparada especialmente para la Planta Piloto, cuyo proveedor es el mismo hace muchos años y vive en Chillán. También se utiliza café soluble, azúcar y, en menor medida, unos toques de esencia de vainilla, canela y clavo de olor. Una vez lista se envasan en bolsas de un litro.
Son entre 5.000 a 6.000 bolsas de litro que se preparan al día, las que se reconocen por su diseño que se ha mantenido en el tiempo, bolsa blanca, con letras cafés, en un recuadro amarillo y un simpático rostro de primate en su costado derecho.
Estas bolsas quedan en la cámara de frío, mientras se van distribuyendo rápidamente entre supermercados, negocios y botillerías de Los Ríos y La Araucanía.
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