Por segunda vez ex pobladores viajan en caravana a Río Chico

Más de 200 personas se reencontraron con su antiguo territorio, donde formaron parte del ex Complejo Forestal y Maderero Panguipulli. Hoy, agrupados en la Corporación de Pobladores Históricos de la Cordillera de Futrono, pueden retornar.

Por segunda vez los antiguos habitantes del sector cordillerano de Río Chico, en la comuna de Futrono, pudieron visitar el lugar en donde vivieron y trabajaron por hasta dos décadas.

Fueron más de 200 personas quienes se unieron y emprendieron el viaje a primera hora del sábado 15 de enero, avanzando por la ruta Llifén-Arquilhue, para tomar el camino interior que se adentra por casi 20 kilómetros por el valle cordillerano de Río Chico.

Este lugar, que formó parte del ex Complejo Forestal y Maderero Panguipulli, estuvo poblado y llegó a tener alrededor de 200 familias instaladas, trabajadores forestales que fueron sistemáticamente expulsados del área después del golpe militar del 11 de septiembre de 1973.

Estas antiguas familias hoy están agrupadas en la Corporación de Pobladores Históricos de la Cordillera de Futrono, organización que lucha por los derechos de estas personas, siendo uno de sus objetivos el poder retornar a esa "patria chica" del que fueron expulsados hace tantos años y que, para asegurarse que nadie volviera a poner un pie en la zona, los nuevos dueños del territorio derribaron los puentes que daban conectividad y cerraron con un portón de metal el único acceso desde Futrono.

Es así como el primer viaje pudieron hacerlo en febrero del año 2020, y ahora lo hacen por segunda vez. La idea es desde ahora, volver a retornar en el mes de enero de cada año.

Tal como en el primer viaje, la alegría y emociones de las familias estuvieron presentes en todo momento, y dado el tiempo transcurrido hoy son abuelos, hijos y nietos quienes se reencuentran o conocen por primera vez ese suelo primordial que es Río Chico.

Algunas familias se instalaron con carpas y pasaron la noche en el lugar, compartiendo y reviviendo junto a familiares y conocidos las antiguas experiencias, las anécdotas del trabajo en los bosques, o comentando los goles de los partidos de futbol que los enorgullecieron de jóvenes, o poniéndose al día al reencontrarse con los amigos que no veían hace años.

Hoy el futuro es mas luminoso para estas personas, que buscan un gesto de justicia por los derechos arrebatados, y esa luz se hace mas fuerte y cálida cada vez que retornan a su querido Río Chico.