Los descendientes de Juan de Dios Espinoza Cossio, antiguo habitante del sector de Itropulli, en la comuna de Paillaco, aseguran ser propietarios de aproximadamente 1500 hectáreas de terreno, que incluirían el predio que se encuentra en proceso de reivindicación por 15 familias integrantes de la comunidad mapuche Román Millapán.
El grupo familiar se reunió, conformando el Comité de Defensa y Recuperación del Patrimonio Familiar, el que está compuesto por seis grandes troncos o herederos directos de Juan de Dios Espinoza, incluyendo a más de 60 familias con una descendencia por sobre las 300 personas.
El Comité es presidido por Juan Espinoza Pizarro y su vocero, José Zurita Espinoza, quienes señalaron en una conferencia de prensa, que decidieron romper el silencio para ayudar y colaborar con las autoridades a esclarecer el problema de posesión de tierras, que durante los últimos días, ha estado en el centro de la noticia.
HISTORIA
La familia explicó que el 6 de noviembre de 1921 –más de 10 años antes de la fundación de la comuna de Paillaco– sus ancestros fueron lanzados y despojados violentamente del lugar, cuando quisieron dividir los predios, resultando víctimas de un engaño en el que la tierra en cuestión pasó a ser rematada y se vieron obligados a abandonarla sin recibir pago alguno. Luego, se trasladaron a la naciente ciudad de Paillaco, donde compraron el espacio que hoy ocupa la plaza y cuadras adyacentes, en las que aún habitan familias Espinoza.
Los descendientes de Juan de Dios Espinoza aseguran ser herederos de aproximadamente 1500 hectáreas que antiguamente ocuparon los fundos El Manzano, La Romasa, La Ovejería y La Greda, y que la razón por la cual los actuales ocupantes en conflicto no han podido vender, inscribir o regularizar, se debe a que no cuentan con las escrituras, las que ellos como herederos tienen actualizadas –sin anotaciones al margen– y legalizadas por el notario de Paillaco, de fecha 30 de noviembre de 2015.
“Estamos llanos a conversar con el señor Redlefsen, con las autoridades pertinentes y con las agrupaciones de pueblos originarios que ancestralmente vivieron en comunidad con nuestros abuelos”, expresaron.
Respecto a la situación de la comunidad Román Millapán, Espinoza comentó que estos tienen derechos, pero no en el terreno que están ocupando. Además, agregó que el intendente les entregó su apoyo cuando le informaron de su historia y que están esperando una audiencia con el Seremi de Bienes Nacionales para aclarar que el terreno no es una “tierra de nadie”, como señaló hace algunos días en el Diario Austral.
FAMILIA PAÑICÚ
A la conferencia de prensa también asistió Mirta Pañicú, representante de los más de 100 integrantes de la familia Pañicú, quienes también reclaman el terreno como suyo.
“Mi tatarabuelo fue cacique; él compró estos terrenos y nosotros somos los únicos herederos. Por esto, vamos a luchar hasta las últimas instancias, pero haciendo las cosas como corresponde, de forma legal, sin tomarnos el fundo como lo hicieron los Millapán”, expresó.
Al respecto, Juan Espinoza señaló que tienen lazos sanguíneos con los Pañicú, comunidad mapuche con la que sus antepasados coexistieron y cohabitaron amablemente como vecinos, por lo que los invitó a incorporarse al Comité.
“Nosotros tenemos que unirnos porque estamos peleando terrenos vecinos y así podemos todos interponer una acción legal, para demostrar que las familias Espinoza y Pañicú son las herederas, ayudando a la claridad de las autoridades y llevando la paz al sector”, manifestó Espinoza.
Finalmente, Mirta Pañicú señaló que Broder Redlefsen es víctima al haber comprado un terreno sin saber qué compró y lamentó que el concejal José Aravena se haya involucrado en el problema al apoyar a una comunidad que no es la verdadera propietaria del terreno.
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