En febrero del año 2013, el médico y concejal paillaquino, Miguel Ángel Carrasco, se encontraba atendiendo en la urgencia del Hospital Juan Morey de La Unión. Ahí llegó a consultar por un orzuelo María Angélica Coronado, recibiendo una inyección que le produjo una gran infección en su glúteo derecho, impidiéndole sentarse y movilizarse con normalidad hasta el día de hoy.
Coronado interpuso el año pasado una denuncia en Fiscalía por supuesta negligencia médica en contra del Hospital de La Unión y dio a conocer su situación en diversos medios de comunicación a nivel regional; sin embargo, en marzo de este año, su historia se hizo conocida a nivel nacional, tras ser entrevistada por algunos canales de televisión, lo que motivó una reunión con el director regional del Servicio de Salud, Patricio Rosas, quien se comprometió a que le realizarían resonancias magnéticas y sería evaluada por médicos especialistas.
A través de un comunicado de prensa, hace un mes atrás, el Servicio de Salud informó que Coronado fue evaluada por un médico fisiatra y un neurocirujano, quienes tras dos resonancias magnéticas, concluyeron que la paciente no presenta lesiones ni problemas asociados a la punción de la inyección.
“Me deja tranquilo que la ciencia, a través de la imagenología más moderna, que es la resonancia magnética, descartara cualquier lesión neurológica secundaria a un tratamiento inyectable. Desde el punto de vista clínico y médico, no existe ninguna negligencia al respecto y eso limpia el prestigio del Hospital Juan Morey, donde soy subdirector médico”, expresó Miguel Ángel Carrasco.
Asimismo, el médico paillaquino, que varias veces fue sindicado por la paciente como el responsable directo de su problema, señaló que evaluará si sigue acciones legales. “Hubo un daño a mi imagen, pero lo que me deja más tranquilo es que el tiempo me dio la razón y mi prestigio como médico no se vio empañado por declaraciones desafortunadas”.
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