Conmoción se ha generado en la opinión pública futronina por estos días al conocerse la situación de un adulto mayor que fue abandonado en un sitio de un sector rural, sin más hogar que un container en el que alguien pretendió que esta persona viviera, dejándolo en un estado de vulnerabilidad que ha indignado a todos.
Una situación de este tipo no se había visto en el último tiempo, es algo del pasado, porque hay que aclarar que adultos mayores en estado de abandono si era posible encontrar en nuestro entorno en décadas pasadas, sin embargo en aquel tiempo esas cosas no causaban mayor alarma ¿por qué? Los tiempos han cambiado y los valores que han asumido las nuevas generaciones también han cambiado.
Hoy se concede una mayor importancia a la solidaridad, se tiene mayor conciencia de los derechos de las personas y las leyes tienen mayor difusión, y también hay otro factor que influye poderosamente en la opinión de las personas: la presencia de los medios de comunicación, que entregan información y conocimiento, y hacen uso de un recurso que en incontables oportunidades ha jugado un rol central en el logro de justicia, me refiero a la denuncia a través de los medios.
Es en este último punto donde quiero detenerme, ya que específicamente en el caso de este adulto mayor, cuyos derechos han sido claramente vulnerados, un medio escrito de nuestra comuna, en su legítimo afán de informar, ha lanzado una denuncia pero también ha incurrido en una falta que no es menor en contra del respeto y protección al derecho a la intimidad y la vida privada de la persona.
A usted lector y lectora le digo que no era en absoluto necesario exponer públicamente a este adulto mayor, por medio de fotografías y grabaciones en video mostrándolo directamente a él y las condiciones en las que tristemente vive, ya que por muy paupérrimas que sean esas condiciones, no por eso dejan de ser el espacio íntimo donde habita un ser humano que necesita asistencia y apoyo, siendo su dignidad como derecho fundamental lo primero que debe ser resguardado, y como su dignidad ya estaba perjudicada, al menos se podía apelar al respeto por él. Una nota de prensa perfectamente pudo cumplir su objetivo sin recurrir a detalles de este tipo.
A lo anterior se suma una circunstancia que puede resultar igualmente dañina al tratar con el acceso a la vida privada de las personas, ya que parece existir una tendencia a confundir reserva con secreto, me explico; cuidar el no divulgar los detalles de la vida de una persona que esta pasando por una situación de privaciones no entorpece el deber de ciudadanos y autoridades a canalizar ayuda hacia esa persona, todo lo contrario, es un ejercicio ética y moralmente necesario nuevamente en resguardo del derecho fundamental e inalienable de la dignidad humana que debe ser salvaguardada, eso se llama reserva de la información, secreto sería el hecho de que alguien se guarde u oculte esa información con fines poco claros o derechamente mezquinos, lo que en este caso obviamente no ocurre.
Entiéndase bien que no pretendo lanzar un ataque al medio de información que lamentablemente cometió este error, porque efectivamente creo que fue un error y nunca algo deliberado, mi único afán como ciudadano y como trabajador social (asistente social, si le es mas familiar la expresión), es la de hacer un llamado a la conciencia de todos y todas a reconocer que no necesitamos “fisgonear” en la realidad de otros y aceptar que es lo normal ya que me están informando, no pretendamos exigir el estilo “reality show” al que nos han acostumbrado los grandes medios de televisión, que explotan una extraña avidez que se traduce en morbo, para sentirnos conmovidos y solo entonces declararnos plenamente informados y con derecho a opinar.
Los medios de información son fundamentales para la sociedad actual, y lo son también para el espacio comunal en el que vivimos, pero debemos convenir en que de tanto en tanto surgirán casos en los que es tan necesario informar, como también es necesario cuidar en extremo hasta donde se debe informar, o sea determinar hasta donde llega lo público y empieza lo privado, aplicando probablemente la autocensura en los medios.
No tengo duda alguna que se están moviendo fuerzas y recursos para ir en ayuda de este adulto mayor, no por nada se lograron organizar primero vecinos para socorrerlo, luego se han buscado opciones de solución entre autoridades e instituciones, y finalmente la opinión pública tiene la oportunidad de informarse y, por que no, de actuar frente a este caso si alguien lo desea, solo esperemos que todos tengamos claro que en adelante para ir en ayuda de alguien, no terminemos pidiendo o aceptando detalles que victimicen aun mas a esas personas.
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